El marbellí Jesús Ríos cierra el año con un pódium más en su trayectoria. Lo ha hecho este fin de semana con un tercer y un sexto puesto en las dos carreras que el joven ha disputado en el Mundial JuniorGP en Valencia. El piloto marbellí pone un nuevo rumbo ahora hacia el Campeonato del Mundo de Moto3 para 2026.
«Último podium del año», celebraba el deportista en sus redes sociales. «Ha sido un año increíble, hemos luchado y dado todo lo que tenemos, gran equipo». En total, el marbellí suma cinco podiums y un primer puesto en el Mundial JuniorGP.
La de Valencia ha sido la última prueba en el calendario JuniorGp. En la clasificatoria general, Ríos ha quedado cuarto con 137 puntos y nueve de distancia con el tercero. Pese a la insistencia del Marbellí, fue el deportista de Santander, Brian Uriarte, quien se hizo con la competición con 239 puntos.
Aún así, el marbellí cierra el año con buenas sensaciones y con la vista ya fijada en su próximo objetivo: preparar el inicio del Campeonato del Mundo de Moto3 que tendrá lugar el 1 de marzo de 2026 en Tailandia.
Ríos, fiel paciente de la Cámara Hiperbárica de Estepona
Con solo 17 años, Jesús Ríos ya ha vivido más carreras que muchos adultos. Piloto del campeonato Moto3 JuniorGP, comenzó a competir en motos con apenas seis años, y desde entonces no ha bajado la velocidad. Pero como todo deportista de élite, su camino ha estado lleno de curvas, tanto dentro como fuera del circuito. Una de ellas fue una lesión ósea importante que le obligó a frenar… momentáneamente.
Sin embargo, lejos de resignarse, Jesús decidió probar algo diferente: la cámara hiperbárica del centro especializado de Estepona. Lo que encontró allí no solo le ayudó a volver antes a la pista, sino que transformó su forma de entrenar, recuperarse y competir. «El médico me dijo que iba a estar tres meses de baja, y gracias a las sesiones en Cámara Hiperbárica Estepona estuve solo un mes y medio», nos cuenta Jesús, aún sorprendido por la rapidez de su recuperación.
La cámara hiperbárica apareció en su camino tras una lesión ósea que amenazaba con dejarle fuera de juego durante varios meses. Fue entonces cuando, junto a su equipo, decidió probar con el tratamiento de oxigenación hiperbárica, una terapia utilizada cada vez más por atletas de élite. «Me hablaron de los beneficios de la cámara hiperbárica y decidí probar. El resultado fue increíble: el hueso formó el callo mucho más rápido, y a nivel muscular y general, noté una mejora brutal en el rendimiento», comenta Jesús.














