Un grupo de trabajadores han denunciado ante este medio la realización de operaciones de carga y descarga de gas licuado de petróleo (GLP) en condiciones presuntamente irregulares en el municipio malagueño de Campanillas.
Según las citadas fuentes, la empresa Gas Medina Azahara S.L., distribuidora oficial de botellas de butano y propano marca CEPSA por cuenta de GASIB, S.A.U., habría utilizado un parking de caravanas como centro logístico, incumpliendo la normativa que regula la manipulación y almacenamiento de este tipo de mercancías peligrosas.
Tras cesar en esa ubicación, las operaciones se habrían, supuestamente, trasladado a unas instalaciones situadas en el kilómetro 3,4 de la carretera E-7054 (vía del citado municipio). Al parecer, según denuncian, las instalaciones «no cumplen los requisitos exigidos por las autoridades», ni «se dispone de las licencias necesarias para ejercer dicha actividad».
GASIB, recientemente adquirida por el grupo chileno Abastible, se enfrenta así a una denuncia expuesta por parte de estos empleados, quienes consideran «preocupante» que la compañía permita operar en estas condiciones, «exponiendo así riesgos de seguridad tanto a trabajadores como a vecinos».