La Policía Nacional ha detenido al empleado de un salón de juegos en Ronda, quien creaba premios ficticios que luego él mismo cobraba, por un presunto delito de estafa. Las investigaciones se iniciaron a raíz de la denuncia de la propietaria del establecimiento que manifestaba que uno de sus empleados se estaba apropiando de dinero de la empresa, cantidad que ascendía a más de 25.000 euros, ha indicado la Policía Nacional en un comunicado.
El autor de los cobros, de 35 años, había creado un modus operandi de cierta complejidad; usaba credenciales de acceso de distintos compañeros de trabajo y mediante ordenador creaba premios ficticios destinados a un cajero único, desde donde se obtenía el efectivo procedente de estos premios simulados.
Tras la denuncia presentada por la propietaria del salón, en la que se indicaban unas pérdidas en la empresa de más de 25.000 euros, se iniciaron una serie de gestiones con la finalidad de confirmar la principal hipótesis que señalaba a un empleado del establecimiento como presunto autor de los hechos, así como para determinar el total del perjuicio causado.
Las gestiones practicadas por los agentes constataron que, durante el periodo comprendido de un mes, el empleado habría utilizado su acceso a los ordenadores internos del salón de juegos, para enviar premios a un cajero –todos los pagos estaban centralizados en esta misma máquina– que cobraba personalmente con posterioridad.
Se trataba de un modus operandi con cierta complejidad; creaba desde el portátil del salón esos cargos internos de dinero, los cuales transfería a la máquina del cambio, sin justificar, para hacer pasar estas cargas internas por premios a pagar a supuestos clientes. Al enviar dichas cargas como premios lograba que la máquina expidiera el dinero de las falsas gratificaciones.
De este modo, se iba lucrando con dinero del salón de juegos, dificultando con esta técnica que la empresa detectara las sustracciones, ya que las máquinas reportaban tales cargas como premios obtenidos y cobrados por la clientela.
Los investigadores comprobaron que el empleado había realizado más de treintena de cobros, en el periodo de un mes, y tras la constatación de los hechos fue detenido por un presunto delito de estafa.










