Un hombre ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Málaga a once meses de prisión y una multa de 1.500 euros tras intentar estafar cerca de 700.000 euros en la compra de un apartamento en Mijas. El acusado suplantó la identidad del abogado que asistía al comprador y logró engañarlo con un simple cambio de letra en la dirección de correo electrónico. Fingiendo ser el letrado, envió nuevas instrucciones de pago para desviar las transferencias a una cuenta bancaria vinculada a una empresa que él mismo administraba.
La víctima, creyendo que seguía las indicaciones legítimas de su abogado, realizó dos transferencias desde Suiza por un total de 694.321 euros. No fue hasta que el verdadero abogado detectó que no había recibido el dinero cuando se descubrió el fraude. La rápida intervención bancaria permitió bloquear los fondos a tiempo y recuperar el importe completo, evitando así que el acusado lograra su objetivo económico.
La sentencia califica los hechos como un delito de estafa agravada en grado de tentativa, destacando el «engaño antecedente» como clave en la maniobra delictiva. Aunque no llegó a disponer del dinero por causas ajenas a su voluntad, el tribunal dejó claro que su intención era enriquecerse ilícitamente utilizando una estrategia calculada, basada en la suplantación de identidad y la ingeniería social.