El pasado martes, el vecindario de Camino Molino de Viento, en Las Lagunas (Mijas), vivió una jornada marcada por la tragedia. Raúl Heredia, de 41 años, desaparecido desde el 24 de julio, fue localizado sin vida en el interior de una arqueta próxima a su barrio. El hallazgo puso fin a una operación de búsqueda en la que participaron unidades de la Guardia Civil por tierra, mar y aire, así como asociaciones civiles que habían difundido su desaparición por redes sociales y carteles. Los bomberos rescataron el cuerpo poco después de las diez de la noche y la autoridad judicial procedió a su levantamiento.
Horas más tarde de conocerse el fallecimiento, el drama se intensificó. Uno de los hijos del fallecido se dirigió a la vivienda de otro vecino, presuntamente vinculado con la desaparición de su padre, y lo mató de un disparo. El incidente ocurrió sobre las seis de la tarde y movilizó a los servicios de emergencia, que no lograron salvar a la víctima. Una mujer presente en el lugar sufrió un desvanecimiento y también fue atendida por los sanitarios. El presunto agresor fue detenido por la Guardia Civil poco después y permanece bajo custodia.
Las primeras líneas de investigación indican que el crimen podría estar relacionado con antiguos conflictos familiares. Fuentes cercanas al caso señalan que tanto la víctima del disparo como el detenido tenían lazos de parentesco con el fallecido encontrado en la arqueta, lo que sugiere un contexto de tensiones acumuladas. El detenido habría actuado en represalia, utilizando un arma de fuego en lo que podría constituir un acto de venganza tras la pérdida de su padre. Las autoridades continúan trabajando para esclarecer por completo los motivos detrás de esta doble tragedia.