El Ayuntamiento de Fuengirola ha reforzado la seguridad vial con la creación de cinco nuevos pasos elevados para reducir la velocidad. Es una de las acciones que el equipo de Gobierno ha puesto en marcha para blindar el correcto funcionamiento del tráfico y la interacción de los vehículos rodados con los peatones en la ciudad y que se suma a la intensificación de los controles policiales integrales y el aumento de la señalización vial, que ya se vienen llevan a cabo.
“Seguimos trabajando para reforzar la seguridad vial en Fuengirola. Es un esfuerzo continuo que hemos intensificado en los últimos meses. Medidas como el incremento de la señalización vertical, la intensificación de los controles de tráfico policiales, la instalación de radares fijos o la propia creación de pasos de peatones elevados”, ha explicado la alcaldesa Ana Mula.
Los nuevos badenes estarán situados en los puntos estratégicos más idóneos, indicados por la Policía Local tras la elaboración de un estudio sobre la afluencia de peatones y el tráfico rodado en la ciudad. En concreto, en la avenida de Mijas intersección con calle Sevilla; en el Camino de Coín, a la altura la calle Francisco Merino; en calle Málaga intersección con calle Blas de Lezo; en el Paseo Marítimo, a la altura del hotel Yaramar; y en la avenida Jesús Cautivo número 49. El objetivo de esta actuación es forzar el calmado del tráfico, cuya velocidad máxima está fijada en 30 kilómetros por hora.
Asimismo, también se instalará la correspondiente señalización vertical inmediatamente antes del paso peatonal, que se dotará también de la iluminación nocturna necesaria para una correcta visualización tanto por parte de los peatones como de los conductores.
La intervención está siendo ejecutada por la empresa Probisa y cuenta con un presupuesto de 41.957,46 euros. El plazo para hacerlos realidad es de 30 días y los trabajos comenzaron el pasado lunes en los cinco puntos antes mencionados.
Junto a esta actuación, cabe recordar que la Policía Local ha intensificado la organización de controles integrales aleatorios en distintos puntos del municipio. Estos operativos policiales, además de medir la velocidad, inspeccionan asuntos como alcoholemia, consumo de drogas, uso del cinturón y sistemas de retención infantil, así como de dispositivos que produzcan distracciones al volante.
