
Agentes de la Policía Nacional, pertenecientes a la Comisaría Local de Fuengirola, han detenido al principal responsable de una red de estafas en alquileres “fantasma”. El investigado engañaba a sus víctimas ofreciéndoles viviendas de uso turístico para alquilar, organizando visitas a los inmuebles -de los que previamente había copiado las llaves-, firmando contratos y cobrando por adelantado. La cooperación policial ha conseguido conectar denuncias aisladas procedentes de distintas provincias, las cuales tenían en común el mismo modus operandi. El perjuicio alcanzado hasta el día de la fecha supera los 25.000 euros. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones, ni la localización de más posibles víctimas.
La Operación denominada Buganvilla, ha sido coordinada por el Grupo de Ciberdelincuencia de la Comisaría Local de Fuengirola.
Los agentes han contrastado que la técnica utilizada por el investigado, y presunto autor de los hechos, era simple pero a la vez eficaz. Tras acceder de forma legal a una vivienda de uso turístico, realizaba fotografías de la vivienda y entorno, así como una copia de las llaves. Posteriormente, publicaba anuncios en portales de alquileres convencionales, como si se tratase de contratos de larga duración, y organizaba las visitas de los posibles inquilinos con aparente garantía legal -documentación del presunto autor y contrato estándar-. Si el investigado y las posibles víctimas llegaban a un acuerdo, solicitaba el cobro por adelantado del mes en curso más la fianza. Posteriormente, cuando las víctimas intentaban acceder a la vivienda en la fecha acordada, las mismas se encontraban con que la vivienda estaba ocupada como alquiler turístico, momento en el que se daban cuenta del engaño y procedían a interponer la correspondiente denuncia.
Un trabajo policial meticuloso
La reconstrucción del patrón delictivo fue la clave para desentramar esta red de estafas. Los agentes recopilaron contratos, analizaron los anuncios, entrevistaron a las víctimas y canalizaron toda la información a través de los grupos de tratamiento de la información de las diferentes comisarías. Todo el esfuerzo permitió detectar un patrón común: mismas fechas, clausulas idénticas y números de contacto que conducían al mismo individuo. Igualmente, pudieron identificar a otros posibles colaboradores, que aportaron su identidad como titulares de las cuentas en las que se realizaban los pagos de las mensualidades y que, además, se encargaban de retirar el dinero ingresado en las cuentas en cajeros automáticos, o lo trasferían a terceras cuentas, dificultando con ello su rastreo.
Una vez identificado y localizado el principal responsable se procedió a su detención en una localidad del sur de Madrid. La operación no se ha dado por finalizada, ya que los investigadores no descartan nuevas detenciones, así como la aparición de más víctimas de engaño.












