Es la clínica de confianza para la recuperación de los deportistas más destacados de toda la Costa del Sol. Tras conocer la experiencia de la ciclista Natalia Fischer y el motorista Jesús Ríos en el Centro Hiperbárico de Estepona, referente nacional, ahora conocemos la experiencia de otro nombre destacado en la élite del deporte: el marbellí Javier Díaz Carretero.
Su primer contacto con el Centro Hiperbárico fue en el año 2015. Tras sufrir una grave lesión en la rodilla, el corredor tuvo que pasar por quirófano. Tras la operación, los médicos le avisaron de que debía estar, al menos, seis meses parados sin poder entrenar ni competir. Sin embargo, el pronóstico cambió tras recibir varias sesiones en la Cámara: «En dos meses estaba ya listo para volver a correr, reduje mucho el plazo de recuperación y la experiencia no pudo ser mejor», cuenta Carretero en una entrevista a AZ.
Lejos de quedarse en una terapia para su puntual recuperación, Carretero comenzó a incorporar al Cenetro HIperbárico de Estepona en su día a día. El centro comenzó a ser parte de su carrera profesional, ayudándolo a impulsarlo a alcanzar más éxitos deportivos. «Consiguiendo resultados como ser campeón de España, incluso ser gran campeón de Europa con la selección de Maratón», cuenta.
En cuanto a las sensaciones físicas de este tratamiento, Carretero asegura que en unos minutos el cuerpo se adapta y se vuelve muy placentero: «Aunque se tapone un poco el oído, lo demás es todo muy placentero. Incluso te relajas y puedes ver una película en la televisión, es un momento para desconectar».
Acompañamiento médico antes de cada sesión
Desde la clínica insisten en visibilizar que la cámara hiperbárica atiende a un tipo de medicina. Y, como toda especialidad, cuenta con un médico enfocado a ello. Rafael Sánchez es el encargado de acompañar a cada paciente antes de la sesión, ofreciendo siempre una atención especializada.
«Es un tratamiento de oxigenoterapia hiperbárica. Administramos al paciente oxígeno puro a una presión muy elevada. Necesitamos un aparato, que es la cámara hiperbárica, para usar el oxígeno puro como un medicamento. De esta manera, el oxígeno transforma su naturaleza y se constituye en un medicamento, y tiene efectos terapéuticos. De modo que respiramos ese oxígeno en esa presión tan elevada, llega a nuestro cuerpo, se distribuye por todo el organismo y ahí tiene sus diferentes efectos», señala el doctor especializado de la clínica, Rafael Sánchez.
Esta terapia conlleva beneficios para el bienestar, la concentración, el estrés y mejoras en patologías neurológicas, fibromialgia, rendimiento deportivo y prevención de lesiones. «Tras probar nuestro tratamiento en la cámara hiperbárica, te sentirás rejuvenecido y lleno de energía. Notarás mejoras en tu sueño, mayor relajación y un descanso profundo desde la primera sesión», puntualiza el doctor Sánchez.














