La residente de Dermatología del Hospital Universitario Costa del Sol (HUCS), Estrella Cobos Bonilla, se ha hecho con el Premio a la Mejor Comunicación del Grupo de Trabajo de Epidemiología en el congreso nacional de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) que ha tenido lugar este año en Valencia. Una de las principales conclusiones de este trabajo denominado ‘Melanomas sobre nevus’ es que el melanoma asociado a nevus aumenta la posibilidad de desarrollar nuevos melanomas en el futuro.
Este proyecto ha sido guiado por otra dermatóloga de este hospital e Investigadora Principal (IP) del trabajo, Inés Fernández Canedo, y cuenta también con la colaboración de otros profesionales del hospital, entre ellos, el facultativo especialista en Anatomía Patológica, Rafael Fúnez Liébana; y dos residentes, una de Dermatología, Olga González Angulo y otra, de Anatomía Patológica, Paola Rojas Pulgarín.
El estudio representa una de las series más amplias de melanomas asociados a nevus (lunares) (MAN) descritas hasta la fecha en España y sus hallazgos contribuyen significativamente a la comprensión de las características diferenciales de los melanomas asociados a nevus y su potencial impacto en el manejo clínico de los pacientes.
Los resultados obtenidos sugieren otros resultados importantes como que los MAN tienden a manifestarse a una edad más temprana que los melanomas de novo, denominados MDN (melanoma que se desarrolla en una zona de piel, previamente normal, no relacionada con lunares) y se localizan con mayor frecuencia en el tronco y las extremidades. Además, los MAN parecen estar asociados a un mejor pronóstico, porque son de menor grosor y tienen una baja incidencia de ulceración. Estos dos factores son clave en la estadificación para conocer la extensión del tumor melanoma y su pronóstico.
Para llevar a cabo este trabajo se ha realizado un estudio exhaustivo retrospectivo en el que se han analizado las características clínicas, epidemiológicas e histológicas de 1428 pacientes diagnosticados de melanoma entre los años 2000 y 2024 en este hospital. De este total, se identificaron 255 casos de melanoma asociado a nevus o lunar (MAN) y 375 casos de melanoma de novo (MDN).
Los hallazgos revelan otros datos significativos sobre los melanomas asociados a nevus, por ejemplo, en cuanto al fototipo de piel, es más común en los pacientes con tipo II (63,3%). Otro dato destacable es la edad de aparición de este tipo de melanoma, que se sitúa en una media de 53 y 54 años, aproximadamente, ocho años antes que los melanomas de novo. Esta diferencia es aún más pronunciada en mujeres, donde la media de edad al diagnóstico de MAN fue de 51 años. La localización más frecuente fue el tronco, representando el 69,4% de los casos (177 melanomas).
En cuanto al análisis histológico, se encontró que un porcentaje mayor de MAN fueron diagnosticados in situ, un 39,6% (cáncer de piel que se encuentra en la etapa más temprana, donde las células cancerosas solo están presentes en la capa más superficial de la piel, la epidermis, y no se han propagado a capas más profundas o a los ganglios linfáticos) en comparación con los MDN (32%). Entre los melanomas invasores, el grosor promedio de estos tumores fue significativamente menor en los MAN (1,06 mm) en comparación con los MDN (2,64 mm). Además, la ulceración fue un hallazgo infrecuente en los MAN, presentándose solo en 11 casos (4,3%).
Para la jefa del servicio de Dermatología del HUCS, Magdalena de Troya, “esta investigación pone en valor la necesidad de realizar seguimiento estrecho de los pacientes que han tenido un melanoma sobre un lunar, dadas las posibilidades de desarrollar segundos melanomas. En la consulta de melanoma del HUCS contamos con tecnologías de mapeo de lunares con dermatoscopia digital como el que permiten detectar signos incipientes de malignización de lunares y, un diagnóstico a tiempo, es una vida salvada cuando hablamos de melanoma».