Este 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Hablamos de la primera causa de muerte no natural en España, especialmente dañina entre los jóvenes. María Albarral ha sido una de las supervivientes después de los años más complicados de su vida, tras una serie de circunstancias que detalla a AZ Costa del Sol, pero con un mensaje claro encima de la mesa en esta fecha especial: «De todo se sale».
«Tuve una depresión muy fuerte porque intenté ser madre y no lo conseguí. Tuve muchos problemas hormonales y eso, junto con otros problemas, acabó desembocando en una depresión muy fuerte y en un intento de suicidio», empieza explicando. No lo tenía «planeado… ni mucho menos». «Lo único que sentía ese día era muchísimo dolor, no podía soportarlo y no me dejaba ni respirar. Es muy difícil de describir. Estaba medicada, pero a raíz de un tratamiento de fertilidad y varios abortos que tuve, las hormonas se me descompensaron», continúa.
Sucedió el 24 de marzo de 2021, tras la pandemia del COVID-19, que supuso un momento clave en muchas situaciones personales en España. Esta periodista procedente de Mijas cuenta que despertó en la UVI y fue ahí cuando, al ser consciente de lo ocurrido, se le vino el techo encima. «Quien me ayudó de verdad fue la Asociación La Barandilla, que colabora en la prevención del suicidio», subraya.
«Lo que sí que pido es, primero, que el protocolo de ayuda al suicidio se termine, que se continúe aportando información sobre el tema porque el suicidio se puede evitar y quitarle el estigma a las personas que lo sufren», apunta María, que indica que «es importante que la gente se siga sensibilizando para saber actuar en una situación como esta».
Y pide a las víctimas luchar «por el yo del futuro». A los familiares, les dice: «No tienen que sentirse culpables por el hecho de no haber podido identificarlo. A mí me gusta comparar la enfermedad mental con la física para comprenderla mejor. Los dos primeros meses después del intento de suicidio hay que estar muy atento de la persona porque la reincidencia es de un 80 %. La mayoría de los suicidios no se realizan a la primera, sino a la segunda. De todo se sale, es muy lento el proceso y frustrante, pero se puede».
En lo personal, esta periodista mijeña, que ha trabajado en diversos medios de comunicación de la provincia de Málaga, reconoce que está «estupenda», en un buen momento de su vida y «súper feliz». «Viajo, hago lo que me da la gana, trabajo, tengo expectativas, me siento bien física y emocionalmente… Soy feliz y lo digo con la boca grande», concluye María Albarral, una de las supervivientes del suicidio en la Costa del Sol.