La llegada del otoño, que se produjo oficialmente el pasado lunes, ha supuesto un cambio importante para los ciudadanos de la Costa del Sol, que ven los municipios con menos afluencia de turistas tras un verano intenso en ocupación hotelera y gastos por visitante. Sin embargo, ese camino hacia la nueva estación no se ha traducido en unos precios más adecuados para los conductores en la autopista.
En junio, el trayecto completo entre Calahonda y Guadiaro pasó de costar 11,6 euros a 18,85 solo en un sentido, alcanzando los 37,70 euros si se hace un viaje ida y vuelta. Estas tarifas por temporada ‘especial’ convierten a la AP-7 como una de las carreteras más caras de todo el país.
Hasta el 30 de septiembre, con el comienzo de octubre, seguiremos teniendo estos precios:
- Guadiaro – Estepona: 3,90€ (2,40€ en temporada normal)
- Estepona – Marbella: 6,05€ (3,70€ en temporada normal)
- Marbella – Málaga: 8,90€ (5,40€ en temporada normal)
Las tarifas de la temporada especial corresponden a los meses de junio, julio, agosto y septiembre, además de los 17 días que van desde el viernes antes del comienzo de la Semana de Pasión hasta el domingo siguiente al de Pascua de Resurrección.
Continúa el problema de la movilidad en la Costa del Sol, con una autovía A-7, alternativa gratuita, que sigue presentando colapsos diarios, especialmente en los tramos entre Marbella, Fuengirola y Málaga. La situación no apunta a un cambio a corto plazo, mientras los conductores siguen rascando su bolsillo en estos últimos coletazos de septiembre.
Recientemente, el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, pidió la liberación del peaje de la AP-7 para que sea gratuito, como ya ha ocurrido en los últimos años con carreteras de pago en Galicia, País Vasco o Cataluña. Asimismo, acusó al Gobierno central de “indolencia”, de “castigar políticamente” a Málaga al mantener esta circunstancia en la provincia e insistió en que su liberación es una “decisión política, no técnica”.