
La Policía Local de Málaga ha conseguido poner nombre al segundo fallecido del trágico accidente ocurrido el pasado 9 de octubre en la antigua N-340, en el último tramo de la avenida de Velázquez, al salir de la capital en dirección a Torremolinos. Según adelantaba SUR, Se trata de un hombre de 57 años, de nacionalidad española, que se encontraba en situación de sinhogarismo.
El siniestro se produjo a las 6.55 horas de la mañana y se saldó con dos víctimas mortales. Una de ellas fue identificada desde el primer momento: Manuel, un motorista de 42 años natural de Aguilar de la Frontera (Córdoba), que esa mañana se dirigía a su puesto de trabajo en una empresa de nutrición deportiva.
Las investigaciones, desarrolladas por el Grupo de Atestados (GIAA) de la Policía Local, permitieron reconstruir cómo se produjo el accidente. Las cámaras de seguridad de la zona mostraron al peatón caminando desde las inmediaciones del aeropuerto hasta un punto donde la valla de la mediana disminuye su altura. En lugar de usar el paso elevado, decidió cruzar directamente la calzada, a una hora en la que el tráfico era intenso.
Según la reconstrucción policial, dos vehículos consiguieron esquivarlo, pero el motorista, que circulaba correctamente, se lo encontró de frente y no tuvo tiempo de reaccionar. Ambos perdieron la vida como consecuencia del impacto: el peatón fue arrollado por varios coches tras caer al suelo, mientras que el motorista murió a causa de la caída. La motocicleta continuó avanzando varios metros por la inercia hasta detenerse cerca del aeropuerto.
Durante la inspección del lugar, los agentes hallaron un DNI junto a la mediana. En un primer momento pensaron que pertenecía al peatón, pero pronto descubrieron que era de un vecino de La Palmilla que había sido asaltado y apuñalado semanas antes en la avenida de Valle Inclán. Los ladrones le sustrajeron todas sus pertenencias, entre ellas el documento de identidad.
La aparición del carné en el lugar del accidente resultó ser una simple coincidencia: todo indica que los agresores lo arrojaron por la ventanilla del coche tras el robo, sin saber que, dos semanas después, aquel punto exacto sería escenario de un siniestro mortal.













