El Unicaja empezó con paso firme su pretemporada en el Torneo Costa del Sol, imponiéndose al Alba Berlín con un sólido 92-76 en Vélez-Málaga. A pesar de las ausencias de peso —como Alberto Díaz, Chris Duarte o Balcerowski—, el equipo de Ibon Navarro mostró dos caras muy distintas: una primera mitad irregular y una segunda parte mucho más reconocible, en la que volvió a brillar su ADN competitivo basado en defensa, velocidad y transiciones fulminantes. El Alba, aún en proceso de reconstrucción, solo aguantó hasta el descanso. A partir de ahí, el conjunto malagueño se adueñó del partido, levantando a una afición entregada en el Polideportivo Paco Aguilar.
Las rotaciones permitieron ver múltiples combinaciones, con Sulejmanovic alternando posiciones interiores y James Webb III dejando buenas sensaciones en ambos lados de la pista. La entrada de Perry fue clave para darle otra marcha al juego, y nombres como Kalinoski, Barreiro o Tyson Pérez firmaron momentos brillantes. Sin embargo, la nota negativa fue la lesión del joven Dani Carrasco, que tuvo que abandonar la pista entre lágrimas tras un mal gesto en la rodilla, justo cuando estaba firmando una actuación destacada. Como anécdota, también brilló el acierto exterior de Trujillo y Butajevas en el tramo final, consolidando una victoria que deja buenas sensaciones para lo que viene.
Ahora, el equipo descansará este sábado mientras el Alba se enfrenta al Real Madrid en Torremolinos. El Unicaja se verá con los blancos el domingo (18:00 h) en el Carpena, en un duelo que servirá como reencuentro con su afición y termómetro real de su evolución. El camino hacia una nueva temporada ha comenzado con buenas señales… y con la intensidad que tanto define a este grupo.