El antiguo Mariposario de Benalmádena presentó oficialmente su nueva identidad: Monowa. El acto, que fue bautizado como ‘Jornada de la Metamorfosis’, marca una etapa transformadora para este centro entomológico, en la que ciencia, contemplación y educación ambiental se unen para reforzar su misión de preservación de la biodiversidad.
El evento contó con la presencia de Juan Antonio Lara, alcalde de Benalmádena, acompañado de la diputada provincial de Contratación, Salomé Hidalgo, junto a la edil de Turismo, Presi Aguilera, quienes acompañaron al director general de las instalaciones, Pascal Melsens en el acto de presentación de la nueva identidad.
Monowa Butterfly Park se presentó ante más de medio centenar de personas, contando con colaboradores del parque y miembros del equipo científico del mariposario. Durante su intervención, el regidor destacó el valor del proyecto: “Hoy damos un nuevo vuelo a este espacio que, tras más de una década enamorando a quienes lo visitan, renace con un compromiso renovado con la naturaleza, la ciencia y la educación”.
En el recorrido guiado que siguió a la presentación, los asistentes pudieron acceder a las zonas de cría visibles, a la nueva exposición de insectos polinizadores y al espacio inmersivo ‘My Butterfly’, diseñado para fomentar una experiencia sensorial completa con mariposas al vuelo.
La nueva identidad visual del parque, así como su señalética renovada y diseño expositivo, simbolizan esa metamorfosis: al igual que las mariposas atraviesan distintas fases hasta desplegar sus alas, Monowa representa un renacimiento que incorpora una visión global de conservación. El alcalde añadió que “este proyecto no sólo es un atractivo turístico más para nuestra ciudad, sino un centro vivo de investigación, educación y colaboración internacional. Un lugar donde detenerse, observar y comprender que la vida es frágil, bella y digna de ser protegida”.
El parque reafirma su compromiso más allá de su ubicación física: por medio de su fundación, Monowa financia proyectos de conservación en Tailandia, Costa Rica y África, y colabora con iniciativas locales como la protección del Papilio homerus en Jamaica o el estudio del Agrodiaetus violetae junto a la Sociedad Entomológica de Andalucía.













