
El sorteo de la ONCE de este pasado lunes, 10 de noviembre, ha repartido la mayor de sus fortunas, 815.000 euros en premios en la capital malagueña, donde Francisco Javier Guerrero vendió un cupón agraciado con 500.000 euros de premio, además de otros nueve premiados con 35.000 euros cada uno.
Guerrero es vendedor de la ONCE desde 2014, y llevó la suerte a su punto de venta habitual, junto a la estación de autobuses malagueña, han indicado en un comunicado.
Tras conocer la noticia junto a sus vecinos, Francisco Javier Guerrero ha dicho estar «orgulloso y contento porque la suerte se haya portado tan bien conmigo».
Desde que empezó como vendedor hace más de once años, Francisco ya había experimentado lo que era dar un premio mayor, pues dio los nueve millones del Cuponazo hace siete años, pero ha asegurado que «no pierde la ilusión, porque lo importante es repartir alegría y si se puede, seguir haciéndolo».
«Este es mi trabajo, repartir suerte, y lo hago muy contento y sabiendo que puedo ayudar a gente que lo pueda necesitar», ha añadido, mientras monta su puesto de trabajo un día más para seguir haciéndolo. «Tengo trabajo, salud, y la suerte que comparto con mis vecinos», ha concluido.
El sorteo de este pasado lunes estaba dedicado a las fiestas patronales de Benidorm, y ha dejado una lluvia de premios en Andalucía con un total de 1.620.000 euros en la Comunidad, con 385.000 euros en once cupones en Sevilla, 350.000 euros con diez cupones en la localidad gaditana de Chiclana y 70.000 euros por dos cupones en San Fernando (Cádiz). El sorteo ha repartido el resto de sus premios entre Aragón, Cantabria y Castilla La Mancha.
Los cupones de la ONCE son «parte de los productos de lotería social, segura, responsable y solidaria de la Organización que, desde su diseño hasta su comercialización, implementa controles para neutralizar consumos descontrolados, prohíbe expresamente la venta a menores de edad o el consumo a crédito, entre otras medidas».
La Organización, han señalado, «mantiene una responsabilidad con la ciudadanía promoviendo una política de juego responsable con los más exigentes sistemas de evaluación y seguimiento definidos por la Asociación Mundial de Loterías y la Asociación Europea de Loterías».













