El asesinato de Ángel, de tan solo 21 años, en el barrio de Capuchinos, ha intensificado la desazón entre los vecinos, que ven cómo esta emblemática barriada de Málaga está ganando en inseguridad. Aunque este ha sido un caso aislado de una violencia terrible, son muchos los casos de robos y violencia que se están denunciando.
Sucedió en el último día de la Feria de Málaga. El lunes siguiente, 300 vecinos se dieron cita en la Plaza del Patrocinio en una reunión pacífica para despedir al fallecido, una persona muy querida que regentaba dos negocios junto a su familia en Alameda de Capuchinos.
Fátima Sánchez, delegada de comunicación de la Asociación Victoriana de Capuchinos, nos cuenta que el barrio está «consternado» por ese suceso. «Ángel era una persona conocida. Era muy querido. Ha sido muy impactante, cuesta creerlo», señala Fátima, que ha recogido para esta breve entrevista el testimonio de muchos vecinos que denuncian la «inseguridad» que se está viviendo en las calles.
«Los vecinos están notando más inseguridad. Ha habido robos, intentos de tirones… Se ven en las calles a personas drogodependientes durmiendo. Ha sido un goteo, no una avalancha de casos», denuncia Fátima, que avanza que la directiva de la asociación se ha reunido con la concejalía del Distrito Centro, con buena sintonía para buscar medidas de cara a paliar esta situación.
Además, subraya que «cuando los barrios se convierten cada vez más en zonas turísticas, eso conlleva que haya más circulación de determinadas características de personas». Capuchinos es un barrio histórico de Málaga capital, con una población más mayor y que, sin embargo, ha visto cómo las viviendas turísticas se han apoderado de muchas de sus viviendas en los últimos años, algo que también destacan los vecinos.