El Sevilla está viviendo unos días convulsos con el final de una temporada extremadamente negativa. El descenso ha estado cerca, pero ayer lograron los hispalenses una victoria ante un rival directo, Las Palmas, para prácticamente confirmar su presencia en Primera División un año más.
Fue un partido difícil que se decantó gracias a un gol con aroma benalmadense. El autor del tanto fue Álvaro García Pascual, natural del municipio costasoleño, con ficha del equipo C y que está contando mucho para Joaquín Caparrós en las últimas semanas.
Un cabezazo que vale oro al comienzo de la segunda parte, a centro de un gaditano como Suso, para espantar los fantasmas que estaban presionando al Sevilla. García Pascual se consagra después de una etapa en Estados Unidos y de jugar, de pequeño, en equipos de la provincia de Málaga.
Nacido el 21 de julio del 2002, partió hacia Estados Unidos para realizar la carrera de Administración y Dirección de Empresa, mientras jugaba en el Coastal Carolina Chanticleers y en el Marshall Thundering Herd. «No nací sevillista, pero me han hecho sevillista», comentó en DAZN el nuevo héroe del sevillismo.