Antonio Banderas fue el gran protagonista de la tercera edición de los Premios Talía, celebrada este lunes en el Teatro Fernán Gómez de Madrid. El actor recibió el Premio de Honor a la Trayectoria Profesional con una ovación del público y un emotivo discurso en defensa del teatro como refugio frente a la mentira y el ruido de la actualidad. “Un escenario es un lugar muy pequeño donde ocurren cosas muy grandes”, afirmó con emoción. “Hoy celebramos aquí la inteligencia humana, no la artificial”.
El homenaje arrancó con una interpretación de Resistiré a cargo de Blanca Paloma, antes de que Cayetana Guillén-Cuervo, presidenta de la Academia de las Artes Escénicas de España, agradeciera a Banderas su compromiso con las artes escénicas. “Has dedicado tu tiempo, tu sabiduría. Eres una referencia para nosotros”, dijo la actriz, visiblemente emocionada ante el auditorio lleno de personalidades del mundo de la cultura y la política.
Pero Banderas no solo brilló por su trayectoria: el musical Gypsy, producido por él, se llevó los cuatro premios a los que estaba nominado, incluyendo Mejor Espectáculo de Teatro Musical, Mejor Dirección Musical (Arturo Díez), y las interpretaciones de Marta Ribera y Aaron Cobos. En su discurso, Díez agradeció al actor su apuesta por los musicales en directo y su defensa de la excelencia artística sobre el artificio.
La gala, conducida por Guillén-Cuervo, también reconoció otros proyectos comprometidos, como 1936, obra sobre la Guerra Civil que obtuvo seis galardones, y espectáculos de danza, lírica y teatro que abordaron temas sociales y políticos. Pero la noche, sin duda, tuvo un nombre propio: Antonio Banderas, quien con su pasión, palabras y trabajo, reivindicó el teatro como espacio de verdad, memoria y humanidad.