A las puertas del verano, algunos de los ayuntamientos de la Costa del Sol, como Torremolinos, Mijas y Benalmádena, ya han decidido permitir el uso de duchas y lavapiés en sus playas, tras varios años de restricciones marcadas por la sequía. La recuperación de los embalses y acuíferos, gracias a las lluvias de principios de año, ha permitido relajar las limitaciones, tal y como refleja el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), que certifica una situación de normalidad en buena parte del territorio.
Mijas han confirmado la puesta en marcha de estos servicios, que estarán equipados con pulsadores temporizados para favorecer el ahorro de agua. En Benalmádena y Torremolinos, también se prevé su funcionamiento con normalidad, aunque se utilizarán sistemas como los fluxómetros, que detienen el flujo automáticamente al cesar la presión del usuario. El resto de municipios de la Costa del sol Occidental aún no se han pronunciado. Málaga capital, por su parte, aún no ha oficializado la decisión, aunque ya abrió los lavapiés en Semana Santa y los niveles de agua actuales apuntan a una activación de estos elementos de playa durante el periodo estival.
El último informe de la Comisión para la Gestión de la Sequía, publicado en el BOJA, certifica una situación de normalidad en la Costa del Sol Occidental. Aunque en otras áreas de la provincia, como el sistema Guadalhorce-Limonero o la Axarquía, persisten distintos niveles de escasez.
Con una media inferior a los 200 litros en Málaga capital, la provincia se encamina hacia la temporada alta con una gestión hídrica más desahogada y sin restricciones en la mayoría del litoral.